1 taza de cualquiera de las siguientes opciones: almendras, castañas de cajú, avellanas, nueces, coco en escamas, semillas de girasol, semillas de zapallo o maní
1 litro de agua de filtro
pizca de sal de mar
½ cta de extracto natural de vainilla
endulzante (opcional)
Remoja toda una noche en agua de filtro los frutos secos o semillas de tu preferencia.
A la mañana siguiente, descarta el agua de remojo, y enjuágalos bien.
Pon los frutos secos o semillas activados en una licuadora de alta potencia junto a 1/2 litro de agua, la vainilla y la sal.
Opcional: uno o dos dátiles descarozados para endulzar, queda muy bien, o stevia, mascabo o miel.
Licua con suma paciencia hasta que los frutos secos o semillas se pulvericen y se forme la leche.
Déjala reposar unos minutos que sedimente y sea más fácil el filtrado.
Filtra la leche por un lienzo, filtro de café o bolsa para leches vegetales.
¡No tires el bagazo! Puedes guardarlo en una bolsita en el freezer y más adelante utilizarlo para quesos, budines o galletitas.
Almacena la leche en una botella de vidrio con tapa hermética. Dura entre 4 días a una semana en la heladera.
Antes de servir, agítala bien,