N U T R I C I Ó N
H O L Í S T I C A
H O L Í S T I C A
El término alimentación tiene otra connotación que la que habitualmente conocemos. Refiere a todo tipo de energía de la que un individuo se nutre. Los alimentos son todas las distintas fuentes que proveen energía. No solo los que se ingieren, sino que también abarca al ambiente. La nutrición holística divide a los alimentos en dos grupos: primarios y secundarios.
Los alimentos primarios son: el trabajo, la actividad física, la vida espiritual y las relaciones sociales. Cada uno de estos ámbitos, día a día, nos brindan nutrientes fundamentales para llevar una vida saludable, como la autosatisfacción, el placer, la felicidad y la paz.
Los alimentos secundarios son la comida propiamente dicha. La acción de este combustible es igualmente importante. Aquí obtenemos nutrientes puros y esenciales para el correcto funcionamiento de nuestro organismo. La mejor fuente son las plantas, energía limpia y viva que viaja por nuestra sangre, oxigenándola y recargándonos de vida.
Un organismo vivo compuesto por millones de células dónde nuestra alimentación impacta directamente en ellas. Irradiamos lo que somos y de qué nos alimentamos. El funcionamiento de nuestro cuerpo es una respuesta a la calidad de esa energía. Tener una dieta en base a plantas es directamente proporcional a un cuerpo sano y enérgico. Las plantas son medicina pura y el mejor tipo de alimento que podemos consumir. Son excelentes para un sistema inmunológico poderoso, para prevenir enfermedades y desequilibrios hormonales. Ayudan a los procesos de auto sanación del cuerpo y a la regeneración celular. Nos brindan todas las vitaminas y minerales que necesitamos.
Como humanos podemos elegir de qué nos alimentamos. Nutrirnos de pensamientos positivos, de buena energía, enfocarnos en ideas que nos hagan bien y cuidar nuestras emociones es tan importante como la elección de cualquier otro alimento. Una mente positiva es una mente sana que influye directamente en el desarrollo de nuestras vidas. Confiar en su poder y su atracción se refleja en una vida saludable. A través de ciertas prácticas y hábitos cotidianos podemos mantener nuestras mentes sanas lejos de la contaminación del mundo externo.
Somos netamente energía. Nuestro alma forma y organiza el dinamismo de nuestra vida. Es nuestra esencia, un reflejo de nuestro ser interno. Irradia vida pura, condensa nuestro espíritu y nos representa como seres e individuos. Trabajar en nuestro alma es trabajar en nuestro autodescubrimiento. Deconstruir nuestra vida cotidiana para reevaluarla y reposicionarla. Implica hacer un análisis externo de nosotros como individuos y de nuestra cultura. Es un trabajo de autocuestionamiento y reafirmamiento de nuestro ser.
Mediante un profundo trabajo de introspección e incorporación de hábitos saludables. Cada proceso es distinto porque cada cuerpo es único y particular. No existe una forma universal que funcione para todos por igual. En este camino bioindividual cada uno aprenderá a sentir, a escuchar y a descubrir cuales son los alimentos que su propio cuerpo necesita y qué fuentes energéticas son las que mejor le funcionan.
Hacer un trabajo bioinvididual significa entrar en conexión con nuestro cuerpo. Creer y respetar en el funcionamiento natural de nuestro sistema orgánico. Aprender a cuidarnos y a alimentarnos. De este modo, un cuerpo sano lleno de buena energía y una mente positiva nos sostendrá en equilibrio. Una forma plena de nuestro ser, nuestra mejor versión.